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La historia de Sixto

23 May La historia de Sixto

LA HISTORIA DE SIXTO

Ministro, Senador, Alcalde, Diputado, Embajador, y Presidente del Ecuador

El desarrollo de un carácter íntegro en la vida pública y privada

Tuvimos la oportunidad de entrevistar al ex presidente de la República del Ecuador, Sixto Durán–Ballén; junto a él, exploramos los logros y desafíos de un hombre que alcanzó grandes metas en el ámbito de servicio público. Entre los tantos resultados que obtuvo en su vida pública, aquél de la presidencia (1992-1996) fue el más sobresaliente, periodo durante el cual redujo la deuda pública, detuvo la siempre creciente inflación, y con gran valentía, puso fin a una perenne disputa de frontera con un país vecino. A lo largo de su vida se ganó la reputación de hombre íntegro, en la esfera pública y privada. A continuación, destacamos los puntos principales de una larga entrevista hace 5 años, hecha por la Asociación Moral Wings al ex – Presidente.

Sixto Alfonso Durán-Ballén Cordovez, prefiere que lo llamen simplemente Sixto, de forma amistosa, no obstante, las reglas de diplomacia y buena educación te sugieren que no cruces la línea si sabes realmente quién es. Sonríe con la mirada paciente, que sólo un nonagenario puede poseer. Se expresa con buen humor y decoro. Y en todos sus años, ha logrado mucho más de lo que muchos de nosotros podríamos hacer, simple y llanamente porque aceptó su destino.

Ha obtenido muchos títulos a través de los años, tales como; Arquitecto, Ministro, Embajador, Senador, Alcalde, Diputado y Presidente de la República del Ecuador. Es una lista que puede causar mucha impresión, pero cómo sus propias palabras dicen, lo más importante no son los títulos, sino el desarrollo de una convicción moral y un carácter íntegro.

Tuvimos el honor de hablar con él y algunos miembros de su familia por algunas horas, dialogamos acerca de su vida, de sus logros y desafíos, sobre lo que él considera el fundamento para una vida sana y llena de satisfacciones. Ya sea en el ámbito público o privado, nuestro diálogo, tocó diferentes facetas de su carácter, sobre todo su integridad que se reflejaba claramente a través de ejemplos de valentía, respeto, honestidad, dedicación, lealtad, paciencia, gentileza, amor y generosidad.

Ahora bien, antes de empezar con nuestra narración, primero definiremos la palabra Integridad:Poseer sólidos principios; atenerse a los más altos principios éticos y morales; dícese de quien no se deja condicionar; plenitud, la condición de quien es sólido, intacto y confiable”.

EN LA VIDA PÚBLICA

La historia de Sixto nos insta a esforzarnos a vivir una vida íntegra. Sin lugar a dudas, una persona que se ha mantenido íntegra no obstante las presiones que derivan de la autoridad, las decisiones difíciles en los altos rangos de liderazgo, y que, en medio de ello, mantuvo una familia y matrimonio feliz por más de 65 años, seguramente, posee una gran sabiduría para compartir a las generaciones venideras.

Su presidencia es conocida por haber puesto fin a una larga disputa territorial del hemisferio occidental, que persistió por más de 80 años. Mantuvo unido el pueblo ecuatoriano durante la guerra del Cenepa, frontera con Perú, gracias a la valiente posición adoptada en contra de las injustas expoliaciones del vecino país, sobre su territorio.  Los países garantes a través de los años, pedían al Ecuador retroceder su línea de frontera, y Ecuador siempre accedía.  En 1995, Sixto decidió que Ecuador no retrocedería más. Es cuando, en un momento de patriotismo, Sixto salió al balcón de la Presidencia en la Plaza Grande de Quito, y pronunció la frase que se ha convertido en sinónimo de Sixto: ¡Ni un paso atrás!

Durante décadas el Ecuador sufrió la presión de disputas territoriales con los países vecinos, precisaba de un líder que combata por ellos. Irónico que Sixto, siempre un hombre de paz y conciliación, supo ser valiente en el momento correcto y su decisión cambió la historia. El afirma que, sin haberlo premeditado, probablemente logró unir el pueblo ya que “todo el país tenía el mismo sentimiento.”

Su liderazgo se centró en el servicio a su nación, tomando en cuenta las necesidades de todos, creando reformas modernas que produjeron diferentes cambios, tales como: un crecimiento del sector privado, una reducción de la inflación del 60% al 20%; la reducción del déficit público y de los gastos improductivos, reducción de la deuda externa. Llevó el Ecuador a la OMC (Organización Mundial del Comercio) lo cual ayudó a la economía del país a alcanzar niveles de competitividad sin caer en la trampa de la deuda externa, en la cual viven muchos países. Logró alcanzar todo esto, a pesar de no tener la mayoría en el parlamento; un ingreso promedio de $17 el barril de petróleo—la mayor fuente de ingreso del país— y que ha bordeado los $100 por barril en años recientes; los medios de comunicación en su contra; y escándalos de los cuales tuvo que defenderse. Todo esto en tan sólo cuatro años.

Un ex presidente que se permite pasear tranquilamente por las calles sin necesidad de guardaespaldas, sin miedo, y con el respeto de sus conciudadanos, dice mucho sobre la influencia moral e íntegra que ejerció en la población. Las personas lo respetan, y lo que cuenta más, lo aprecian. Han pasado 20 años de su Presidencia, sin embargo, cuando está Sixto en algún sitio público, la gente se acerca a saludarlo, abrazarlo, a tomarse fotos con él.  “Me hacen sentir como estrella de cine!”

Cuando fue necesario, él no se echó para atrás ante la dificultad. Afirma que “Puedo sentirme orgulloso de como uní al país, de haber dejado impresa una imagen de amor y no de odio” Y es bien sabido que él ha sido uno de los políticos más honestos en toda la historia del Ecuador.

Uno pequeño ejemplo de esa honestidad es, que durante los cuatro años de su mandato presidencial, siempre que viajaba al exterior y recibía los viáticos otorgados de rigor, regresaba con “vuelto” que no había gastado y lo entregaba a la tesorería de la Presidencia.  El Contador en la Presidencia se quedaba asombrado ya que ¡nunca había presenciado eso durante los 20 años que trabajaba en la Tesorería de la Presidencia! Otro ejemplo es el de jamás haber utilizado vehículos del estado para uso privado o personal—ni él, ni funcionarios de gobierno.  Jamás empleó a ningún familiar suyo en una función de gobierno.  Esto incluyó a su hija Alicia quien fue su asistente personal voluntaria, sin remuneración, durante los cuatro años.

Sixto enfatiza que la presidencia jamás fue un puesto al cual aspiraba, simplemente le tocó por azar. De hecho, confirma “No me considero un líder, más bien, un servidor”. Su único desea ha sido siempre servir a su país con honestidad.

 Le preguntamos cómo fue posible.

A lo cual nos respondió muy serio “Para guiar, debes servir”. Esto lo repite a los jóvenes que aspiran entrar en la política.  “Tienen que dedicarse, aún cuando es duro y difícil, y lesivo para la propia reputación; ¡Entren en la política! pero en el sentido positivo, de servir y no “servirse”; de lo contrario, es un error enorme.”

¿Cómo se logra promover la honestidad y la integridad?

“Sé ejemplo, y los resultados no faltarán”. De hecho, su historia nos dice que siempre logró alcanzar una atmosfera de confianza y coherencia, adoptando posiciones que muchas veces no fueron aquellas de la mayoría. Nos compartió que una de las decisiones más difíciles que le tocó hacer fue pedir la renuncia a una persona a la cual estimaba, decisión que “Fue muy dura, pero era la decisión correcta.”

¿Y cómo supo que fue la decisión correcta? Le preguntamos.

“Lo sé por los resultados de la misma, y porque jamás he tomado decisiones apresuradas”. Su honestidad y decisiones meditadas daban a veces la impresión de indecisión, de falta de fuerza.  Pero su determinación en decidir con las mejores intenciones y con equilibrio, salía a la luz tarde o temprano. Lo más importante: “Nunca he actuado por impulso. Siempre me he tomado el tiempo necesario para evaluar las cosas. Siempre he tratado de llegar a la sustancia de las mismas”. Eligió como miembros de su gabinete presidencial a personajes que no estaban de su parte, sin embargo, eran respetados por sus opiniones. Se rodeó de colaboradores que no le decían sólo “sí” a todo, sino que lo instaban a ver la situación desde diferentes puntos de vista.

¿Cómo reaccionaba ante las acusaciones de los adversarios? ¡Denos un ejemplo!

“Aprendí a responder con un sarcástico “gracias”, porque cuando te confrontan con una acusación injusta, involucrarse sería una pérdida de energía. Ante una reacción de gentileza y un poco de humor, una acusación no sabe dónde ir. Hacer lo contrario es soplar al fuego.”

A tal propósito, nos contó una anécdota: había sido convocado al Parlamento y algunos miembros del mismo, lo acusaron con calumnias, ante las cuales el tranquilamente respondió “Muy amable de su parte, Sr. Diputado, gracias por sus observacionesSr. Secretario del Congreso, pasemos al siguiente punto”. Y siguió como si nada hubiese pasado. Efectivamente, las acusaciones cayeron por sí solas, porque no tenían fundamento. A propósito de eso, Sixto comentó “Probablemente por tal hecho no sufro de úlcera: ¡jamás he permitido que me venza la ira!”

De los cargos que ha tenido, ¿cuál ha sido su preferido, y por qué?

“¡Sin lugar a dudas, el de Alcalde de Quito! Durante ocho años, fue el mejor periodo de mi vida. Porque allí podía ver los resultados de mi trabajo día a día: si un vecindario no había sido limpiado, lo veía. Si las calles de mi distrito habían sido reparadas, lo veía. Veía el progreso de las muchas obras que hicimos.  Además, disponiendo de mi profesión de Arquitecto, podía ver también aquello que faltaba por hacer.”

En comparación con la presidencia, que podría parecer la más importante e influyente, “los progresos no se percibían, y estaba siempre lleno de obstáculos.” Un trabajo privado podría haber sido más remunerativo; sin embargo, él siempre fue inspirado por un fuerte sentido del deber hacia su patria, motivo por lo cual, optó muchas veces, a aceptar cargos en el sector público.

Durante sus 4 años de Ministro de Obras Públicas, usó sus conocimientos en cuanto a las obras públicas e infraestructuras, por ejemplo, realizando el sistema vial de la carretera Panamericana que atraviesa hasta hoy, de norte a sur el país, utilizando sus competencias profesionales de arquitecto y urbanista, para así dar impulso al progreso desde una posición política.

Según usted ¿Por qué las personas deciden no ser integras?

Él nos explicó con su sabiduría, que la vida trae consigo muchas dificultades; “A veces, escogen la vía más fácil y se olvidan de la integridad… La integridad es algo que uno aprende en el hogar, y requiere una gran fuerza de voluntad para mantenerla toda la vida”.

¿Puede dar algún consejo a los jóvenes que desean entrar en la política, a través de los cargos públicos?

  • Entra en la política con miras a servir— Piensa en un cargo público como una posición en la cual podrás servir a los demás – no a ti mismo.
  • Sé fiel a tus valores— Asegúrate de conocer bien cuáles son los valores que sostienes; ponlos en práctica, tanto en la vida pública como en la privada. Esto demostrará más que cualquier otra cosa, quién eres realmente, revelará tu verdadero carácter.”
  • Comienza desde abajo – Comienza con un cargo menor, como en un consejo municipal o provincial. Así aprenderás lo que cada posición hace y tendrás empatía y valorarás estos cargos.

EN LA VIDA PRIVADA

Uno de los atributos más importantes de la integridad es su naturaleza indivisible.  Le preguntamos cuál es el secreto para llegar a ser un político respetado, y a la vez, un marido y padre ejemplar.

Sixto es la misma persona en público como en privado, y sostiene que esto es fundamental. Siempre ha sido coherente y fiel en sus relaciones, “conduciendo una vida familiar, honesta, organizada y unida”. Nos recalca que con su amada esposa, Finita, con más de 67 años juntos, han creado una familia que hoy cuenta con 23 nietos y 30 bisnietos. “Como familia hemos vivido conscientes de ser un buen ejemplo de unidad y respeto.”

Tuvimos el placer de dialogar con su nieta, Carolina, quien confirmó las palabras de su abuelo “él nos ha enseñado a no abusar nunca de nuestra posición social; en su época de presidente (del 92 al 96) yo, y la mayoría de mis primos, cursábamos el colegio todavía. Estábamos muy conscientes de que debíamos portarnos muy bien, precisamente porque éramos la familia del Presidente, una familia pública a la vista de todos.  Mi abuelo nos decía que debíamos comportarnos de lo mejor, con honor y dar buen ejemplo.” Añadió Carolina con orgullo, “Papío Sixto (como le llamamos en familia) siempre ha tratado a todos como sus semejantes, con respeto y dignidad.”

Ahora que Sixto tiene más de 90 años, continúa dedicando su tiempo y sus competencias, con lucidez y entusiasmo, al desarrollo de Quito, mientras goza la alegría de ser padre, abuelo y bisabuelo activo y atento.

En este punto de la entrevista, no podíamos dejar de preguntarle de dónde viene la base de su carácter.

“Mi padre fue un hombre íntegro, al igual que mi madre; creo que el haber crecido en una familia que amaba y temía a Dios, fue una gran guía para mí.” Su hija Alicia, nos confirma que él es un verdadero creyente, un miembro activo de la iglesia Católica, quien trata de ser una guía siguiendo el ejemplo de Jesús. Una prueba de ello fue cuando una de sus nueve hijos, Tita, de 29 años de edad, murió de leucemia durante la segunda campaña presidencial de Sixto. La tragedia de perder a un hijo, junto a la presión de una campaña política, podría haber acabado a cualquiera; no se puede negar que en aquellos momentos la fuerza de su gran fe en Dios lo guió en los momentos más duros de su vida.

En cuanto al matrimonio, he aquí la lección más importante que quiso compartir con nosotros: “No te vayas a dormir enojado o resentido con tu esposa. Has la paz. No se duerman dándose la espalda, encerrados en un obstinado mutismo. No se duerman sin antes haberse dado las buenas noches, junto con una palabra afectuosa” él y su esposa han seguido esta regla durante más de 65 años de matrimonio. El amor y respeto que se demuestran el uno al otro es real y evidente. Ha enseñado a sus hijos que quedarse resentido en silencio es el peor error que se puede cometer. “Debes aceptar que todos no somos iguales, que se puede ser comprensivo, se puede discutir y llegar a un acuerdo, hay que darse la posibilidad de comprender el punto de vista del otro”. Lo importante es recordarse del amor mutuo que los une, que, si es verdadero, uno se puede tragar el orgullo propio, y al final, ambos reirán de lo ocurrido.

En cuanto a la disciplina en familia, él creé firmemente que el uso de la sensatez y el respeto en la comunicación es muy importante, como lo requieren las personas adultas. Mientras explicaba su método, su nieta asentía con la cabeza, ya que, siendo profesora, aplica el mismo método con sus alumnos, por ende, sabe que funciona. Además, él aconseja a los padres que cuando los niños piden explicaciones sobre el por qué de algo, es importante explicarlo, y no limitarse a responder “Porque lo digo yo”, en manera perentoria.

“El respeto se da, no se pide. Los niños son seres humanos como nosotros, tienen una mente, mente que necesita ser formada, y uno debe ayudar a formarla explicando lo que es justo y lo que no lo es, y sobre todo, permitiéndoles decidir escoger, sin imposiciones y con gran respeto.”

Nos aclara que algunas veces había tenido que “imponerse por el bien de ellos”, pero normalmente les indicaba la vía correcta a seguir antes de que tomaran una decisión. No cree en el castigo físico, y está feliz de no haber tenido que recurrir al mismo nunca.

Cuando nuestra conversación llegó a su fin, nos agradeció diciendo: “Estoy muy agradecido por la oportunidad de haber compartido con ustedes, espero que aquello que he dicho pueda ser útil para reflexión sobre el futuro, ya sea para ustedes como para los jóvenes.

Después, aunque pareciera extraño, nos dijo que sentía mucho no haber podido hacer más por nosotros.

Querido Don Sixto: con todo el respeto que merece, creemos que todo lo que ha hecho hasta el día de hoy, es suficiente para toda una vida, y quedará como herencia ejemplar para las generaciones a venir.

Gracias a nombre de todos nosotros, ahora como en el futuro.
Nota: Esta entrevista fue realizada en Junio del 2011.

La publicamos en honor de la memoria de Sixto Durán – Ballén Cordovez, quien falleció en noviembre del 2016.

 

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